sábado, 24 de agosto de 2013

Decisiones

A veces tomamos decisiones difíciles. Me preguntaba hace un tiempo qué era eso de "decisiones difíciles". Bueno, en realidad me preguntaba qué narices era una decisión, y qué las hacía tan importantes. El día está llena de ellas. Qué desayunar, en qué habitación, qué música poner, salir o no de casa... La mayoría de ellas son insignificantes si no somos capaces de ver más allá. Es precisamente eso lo que marca la diferencia, saber ver a lo lejos y tener la perspectiva, entonces te das cuenta de que ninguna decisión es insignificante, porque todas ellas hacen que nuestro particular mundo siga girando en la dirección que nosotros queremos.

Vivir no es lo que hay entre una cosa y otra, vivir es dar un paso más; no por llegar a ningún sitio, simplemente por caminar.

Una decisión es un paso que te lleva inevitablemente a un futuro -como siempre, incierto-, que persigue un porvenir -que no viene nunca-; y a veces dar el paso es complicado, porque la vida es grande, y a veces da mucho miedo.

Hoy puedo decir que me muero de miedo por un mañana difuso, pero también puedo decir que la vida me da menos miedo que ayer. Creo que es un buen indicador. Adoro este paisaje.